Jenni Hermoso, una destacada jugadora de fútbol de la selección española y del Pachuca mexicano, ha sido víctima de amenazas después de recibir un beso inapropiado por parte del expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, durante la entrega de medallas del Mundial de fútbol.
En una entrevista con la revista GQ, Hermoso ha expresado que ha tenido que enfrentar las consecuencias de un acto que no provocó ni eligió, y que nunca te acostumbras a recibir amenazas. Las jugadoras de la selección española han experimentado de primera mano la lucha por la igualdad y han sido llamadas caprichosas por exigir un salario mínimo y respeto.
Hermoso agradece el apoyo recibido y señala que le habría gustado también recibir el respaldo de los jugadores. Su deseo es ser recordada como alguien que ha intentado elevar la reputación de España en el ámbito futbolístico y cambiar mentalidades.
La jugadora confiesa que estas últimas semanas han sido muy difíciles y continúa trabajando con un psicólogo para cuidar su salud mental. No buscará únicamente ganar más dinero, sino que luchará por condiciones más dignas para las futbolistas.
Actualmente, la Audiencia Nacional está investigando a Luis Rubiales por agresión sexual y coacciones relacionadas con el beso que le dio a Hermoso, así como por presuntamente coaccionarla para que afirmara que fue consentido. Como consecuencia de estos hechos, Rubiales ha dimitido de su cargo y ha sido suspendido por tres años por la FIFA.
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