La Policía Nacional carga contra los radicales que intentaban derribar las vallas en la manifestación contra la amnistía en Ferraz.
El pasado martes se vivieron momentos de tensión en la calle Ferraz de Madrid, cuando manifestantes radicales intentaron volcar las vallas que protegían la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La Policía Nacional tuvo que intervenir y cargar contra los radicales que intentaban derribar las vallas.
El Ministerio del Interior desplegó más de 320 antidisturbios en Madrid para controlar las protestas contra el PSOE, que se convocaron en rechazo a la idea de una posible amnistía para los presos catalanes. La manifestación, que alcanzó una asistencia de 7.000 personas según la Delegación de Gobierno, se dividió en varios grupos. Uno de ellos marchó hacia el Congreso de los Diputados, mientras que otro se concentró en Ferraz.
Los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes radicales marcaron la concentración de ese día. Los radicales intentaron romper las vallas de protección lanzando objetos contra los agentes, lo cual llevó a la intervención policial. Durante los disturbios, 12 personas resultaron heridas, incluyendo dos agentes de la Policía Nacional.
A pesar de los momentos de tensión, hasta el momento no se han realizado detenciones relacionadas con los altercados. Sin embargo, la Policía requisó objetos como barras de hierro y palos de madera que los radicales portaban durante los enfrentamientos.
Para garantizar la seguridad, la Policía aumentó el número de agentes en la calle Ferraz y la sede del PSOE ha reforzado su seguridad con vallas adicionales. Durante los altercados, se produjeron carreras y cargas policiales en calles cercanas a Ferraz, causando el volcado de algunos contenedores y mobiliario urbano.
Estos incidentes demuestran las tensiones que existen en la sociedad española en relación a la cuestión de los presos catalanes y la amnistía. Las protestas y manifestaciones continúan, y se espera que las autoridades mantengan un despliegue policial adicional para controlar cualquier posible brote de violencia.
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