Las áreas en el extremo norte tienen la esperanza de que para el 2023 estarán fuera de dos escasos años

Si bien la amenaza del aislamiento se avecina en todo el país, se espera que sean más limitados en las regiones extremas del norte del país y que a medida que avanza la vacuna la apertura de varios sectores permitirá más energía.

Después de que el desempleo alcanzara un máximo del 9,5% en los dos trimestres móviles más duros del invierno, Arica y Barinacotta lograron reducir los incendios forestales al 6,2% en septiembre-noviembre, incluso con un récord inferior al del mismo período de 2019.

Uniéndose con más acción, Christian Choice, el secretario de Estado de Economía (Ceremi), se muestra optimista: “Hoy el nuevo año se puede ver con mejores expectativas”, y advirtió que las predicciones a nivel regional no se cumplirían como se dieron a mediados de 2019, con el rediseño de las pymes. De la mano, habrá una situación más enérgica.

“Nuestra región aporta el 0,8% del PIB, donde las exportaciones son muy fuertes. A pesar del cierre de fronteras a las personas, el flete sigue operando, permitiendo que las exportaciones aumenten”, aseguró.

De hecho, Rodrigo Pinto, gerente general del Puerto de Arica, espera una recuperación significativa en las operaciones logísticas y de transferencia. El año pasado estuvieron 100% activos y registraron un aumento del 57% en el total de hortalizas, que esperan que continúe.

Maribed Molina, gerente general de Arica Seafoods Producer SA, dijo que la epidemia los había diagnosticado como digitalizados, pero inicialmente tenían problemas debido a la escasez de productos e ingresos de personal. El objetivo es cruzar ambos productos y llegar a los supermercados.

Las exportaciones fueron con Arica y Barinacotta. Entre enero y octubre, las exportaciones de la región acumularon $ 173,7 millones, un 32,3% más que en el mismo período del año pasado.

Boom del cobre

En Taraba, las expectativas económicas son incluso mejores que las de 2020. Al final del aislamiento, el turismo y Sofri pudieron avanzar nuevamente en diciembre, dijo su ministro de Economía, Nastor Joffrey.

Durante este período, la economía de la región se sustentaba en la extracción de salitre y yodo, así como en la producción de cobre y minas no metálicas. Las exportaciones de octubre totalizaron $ 3.258,8 millones, un aumento del 19,5%.

En junio-agosto, la tasa de desempleo se elevó al 15,5% y la movilidad más alta cayó al 8,4%.

Pese al regreso de Antofagasta al aislamiento, su ministro de Economía, Ronnie Navratri, mantiene una perspectiva positiva. Él cree que el comercio también jugará un papel importante en la reapertura de la economía.

Sin embargo, el mayor impulsor, sin duda, será la minería, que representa más del 57% de la actividad económica regional. Esto indica que el valor del metal rojo subió 27,08% en el último trimestre, acercándose a su mejor desempeño anual desde 2017. “La base de la recuperación se basa en ese objeto que no se detendrá en 2020”, dice.

Cada uno tiene una cartera de inversiones de 47 proyectos de más de 100 millones, con una proyección de $ 13.805 millones en 5 años, superada solo por el área metropolitana. Con esto, espera una expansión del 5% al ​​6% para 2023, sujeto a un plan por etapas. Como se mencionó anteriormente, suma 31 proyectos que se desarrollarán en energía.

También detrás está el turismo. San Pedro de Atacama está en su punto más bajo, con 22 sitios cerrados. La construcción mostró 22 proyectos de vivienda afectados en el tercer trimestre, con 8,000 empleos y un costo semanal de $ 1.2 millones.

Sin embargo, la tasa de desempleo cayó al 10,2% en el último trimestre móvil, alcanzando un máximo del 13,2% en marzo-mayo.