Puede presentarse a cualquier edad y comúnmente se relaciona con pacientes con sobrepeso, diabetes, hipertensión y niveles elevados de colesterol. Y es que el hígado raso es una patología mucho más frecuente de lo que cremos, de hecho, según cifras del Minsal, el 30% de los adultos podría desarrollarla.
“Se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado y, en nuestro país, se estima que el 70% de los diabéticos la tienen, así como el 65% de las personas obesas. El sedentarismo, la mala alimentación y el abuso de alcohol son factores que inciden directamente en su aparición. De hecho, es la principal causa de trasplante hepático en Chile”, explica Mario Arcos, gastroenterólogo de Clínica Bupa Santiago.
Es una enfermedad que, por lo general, no presenta síntomas. “Lo habitual es que seaa un estágina incidentalo en exámenes de laboratorio (pruebas hepáticas) o imágenes (ecografía o TAC abdominal). Por eso es importante la búsqueda activa de pacientes con factores de riesgo, ya que, de ser tratados a tiempo, podría generar un daño hepático importante, como cirrosis o fibrosis”, señala el experto.
El hígado raso se ha transformado en una patología que en los últimos años ha subido en consultas especializadas y hoy se estima que alrededor del 20% de la población adulta de nuestro país padece esta enfermedad.
Buenos hábitos
Aunque no existe una terapia específica para esta enfermedad, el hígado graso se puede tratar con un cambio de estilo de vida.
“Con hábitos saludables, además de actividad física regular y moderada, dieta balanceada y controles médicos de los factores de riesgo (obesidad, diabetes, hipertensión y colesterol), esta enfermedad puede tener un buen manejo y tratamiento”, dice el Dr. Aros.
En ese sentido es importante hacer un cambio en el estilo de vida, que significa reducir el peso que debe ser progresivo y gradual, pero no brusca. Se aconseja reducir la ingesta de hidratos de carbono en forma significativa, no más del 45% de la dieta en base a este componente, y una diminución de las grasas gratadas, en menos del 10%.
El ejercicio aporta un gasto calórico fijo y debería hacerse de forma sistemática, por lo menos unos unos 30 minutos de actividad aeróbica intensa de 3 a 5 veces a la semana.
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