Especialistas de la Universidad Católica investigó un síntoma desconocido por el producto del Covid-19 denominado Fantosmia, que se traduce en percibir olores que no existen, y además predice si los problemas del olfato durarán mucho tiempo.
El fonoaudiólogo Eduardo Fuentes-López, junto con las otorrinolaringólogas Antonia Lagos y Claudia González, analizaron los problemas de olfato en personas con Covid-19, utilizando el test de identificación y cuantificación denominado Identificación de olores de la Universidad de Pennsylvania (UPSIT) a cien pacientes contagiados, entre los meses de abril y octubre del 2020.
Además, evaluaron las variables que predecían que la persona continuaría con problemas de olfato al cabo de un año del inicio de los síntomas.
Un primer estudio aconsejó que de los cien pacientes diagnosticados con Covid, 75 presentaban problemas de olfato, descendiendo a 39 al mes. En un segundo estudio, observaron que 29 mentenían problemas de olfato después de un año desde la infección.
“Los pacientes, al inicio de los síntomas, perciben olores que no están presentes como la fantosmia, que fue el principal factor de riesgo para que el problema del olfato persistiera al cabo de un año. En un segundo estudio se identificó que el 31 por ciento de los casos también presentaban fantosmia”, indicó la especialista en ORL de la UC, Antonia Lagos.
En la misma línea, el investigador y académico de la carrera de Fonoaudiología UC Eduardo Fuentes López indicó que evaluaron “una gran cantidad de variables al momento de analizar los datos, y la fantosmia fue la única que predijo que la persona mantendría sus problemas de olor incluido un año desde que comenzó a manifestar síntomas”.
Aunque se ha investigado la frecuencia de estos síntomas, la mayoría de los estudios se han realizado con autoinformes proporcionados por los pacientes. “Sin embargo, este es el primer estudio que demuestra que la presencia de fantosmia puede jugar un papel en el pronóstico de los problemas del olfato a largo plazo”, señaló la otorrinolaringóloga UC Claudia González.
Los especialistas dan cuenta de que si la persona percibe olores que no existen al inicio de los síntomas producto del Covid, es muy probable que persista con problemas de olfato incluso un año después.
En el estudio, el riesgo fue 2,5 veces mayor en quienes tenían fantasmia de persistir con los problemas después de un año del inicio de los síntomas por la Covid-19. Es decir, es un aumento muy grande del riesgo de persistir con los problemas de olfato.
Antonia Lagos explica que antes de la pandemia se conocía el efecto de los virus respiratorios en la nariz, sin embargo, el virus que provoca el Covid-19 genera una mayor frecuencia de problemas. Además, al ser muy contagioso ha dejado a un millón de personas en el mundo con problemas relacionados.
Y si bien los problemas de olfato producto de virus habían sido estudiados, pero se desconocían los efectos a largo plazo de esta nueva variante y los factores asociados.
«Por ello, fue fundamental comprender su comportamiento para poder identificar a los pacientes con mayor riesgo de estabilizar con problemas de olfato en el tiempo y encontrar alternativas de tratamiento precoz como el entrainamento olfatorio y lavados nasales con corticoides principamente», relató Lagos.
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