Neurocientífico muere en Barcelona por enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
El reconocido neurocientífico Franc Llorens falleció trágicamente a los 45 años en Barcelona, con síntomas compatibles con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Llorens, quien trabajaba en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, enviaba muestras biológicas de alto riesgo que contenían priones activos desde Alemania y Portugal.
Se sospecha que Llorens enviaba personalmente las muestras como remitente y se ponía a sí mismo como destinatario, evitando así ser detectado por las autoridades. Estas muestras fueron introducidas en el laboratorio sin ser debidamente registradas y se utilizaron en experimentos, a pesar de que el laboratorio no contaba con las condiciones de seguridad necesarias.
La situación ha llegado a tal punto que la Universitat de Barcelona ha encargado una investigación sobre este incidente, aunque sorprendentemente lo hizo dos años y siete meses después de descubrir las muestras no registradas. Paralelamente, los Mossos d’Esquadra han iniciado también una investigación para esclarecer los hechos.
Es importante destacar que las muestras con priones son consideradas de alto riesgo y deben ser manipuladas en laboratorios con un nivel de bioseguridad 3, mientras que el laboratorio en el que trabajaba Llorens tenía únicamente un nivel de seguridad 1. A pesar de esto, dichas muestras fueron manipuladas sin cumplir las normas de seguridad requeridas y los trabajadores no recibieron la formación adecuada ni disponían de los trajes de seguridad adecuados.
Lamentablemente, Llorens falleció sin haber recibido un diagnóstico oficial de la enfermedad que padecía, ya que su viuda se negó a realizar una autopsia y mandó incinerar sus restos. Esta situación ha dejado muchas preguntas sin respuesta y ha generado preocupación entre los expertos.
No solo Llorens trabajaba en este laboratorio, al menos una decena de investigadores también estuvieron expuestos a los priones activos. Además, otros individuos sin las debidas precauciones de seguridad accedieron al laboratorio para realizar tareas de mantenimiento o compartir información. Esta negligencia ha dejado consecuencias graves, ya que algunos trabajadores continúan en tratamiento psicológico y psiquiátrico sin recibir el apoyo necesario por parte del Idibell ni de la Universitat de Barcelona.
Este incidente ha puesto de manifiesto la importancia de cumplir con las medidas de seguridad en los laboratorios y la necesidad de una mayor supervisión por parte de las autoridades competentes. Los investigadores y trabajadores de estos laboratorios deben contar con la formación, los recursos y las condiciones adecuadas para desarrollar su labor de manera segura. Solo así podremos evitar tragedias como la que hemos presenciado con la lamentable muerte del neurocientífico Franc Llorens.
