A mediados de diciembre se reportó en el Cesfam de la Región de Valparaíso la denuncia de una mujer a la que se le negó el acceso a un dispositivo intrauterino (DIU). La profesional de la salud justificó la decisión argumentando que la usuaria no podía hacer uso de tal método anticonceptivo sin haber tenido hijos antes. En el caso se aludió, falsamente, a un presunto riesgo de quedar estéril.
Andrea von Hoveling, directora de Ginecólogas Chile, explica que “desde hace más de años se deteriora la indicación de que el DIU solo puede ser utilizado por personas con embarazos anteriores”. En tanto, la única contraindicación para su uso es si el usuario tiene una infección de transmisión sexual (ITS).
Von Hoveling afirma que el profesional involucrado “incomplió con su deber básico de estabilizar actualizado en cuanto a anticoncepción”. Sobre aquello, la representante clara que algunos métodos pueden ser negados, siempre y cuando las contraindicaciones sean reales y se le presenten alternativas a la usuaria. Esto último, reafirmando el primer principio ético de la medicina: no hacer daño.
Aunque los casos en que los métodos de anticoncepción han sido prohibidos o han fallado son aislados, ha surgido una preocupación por parte de las y los usuarios. Desde 2021 se han reportado casos de lotes de pastillas anticonceptivas defectuosas, y más de 150 personas han resultado embarazadas.
Ante tal situación, el representante de Gynecólogas Chile afirma que las responsabilidades deben ser claradas y sancionadas. Sin embargo, recalca que “es importante que las personas no abandonen sus métodos anticonceptivos sin supervisión”, ya sea de un/a ginecólogo/ao un/a matrón/a.
Frente a la desesperación o el temor que pueda generarse tras las denuncias de estos casos, la Dra. von Hoveling invita a informarse antes de tener la consulta, con el fin de que se convierta en una conversación y el paciente pueda aclarar dudas, para finalmente decidir cuál sería su método ideal. Para generar ese espacio de confianza, von Hoveling afirma que las y los tratantes deben tener en cuenta que “la atención paternalista de ‘yo indica lo que considera mejor para ti’ hoy debería estar obsoleta en salud sexual y reproductiva”.
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